Una alegría entre tanta desazón

Desde hace un par de años Ratamundo se dedica a escribir acerca de lo que nos gusta, que casualmente es lo que le agrada a mucha gente.

Sobre ofertas de viajes, análisis milleros, recorridos en viaje, mucha info sobre que hacer o cómo gastar en tal o cual lugar, en fin, lo que se nos va ocurriendo sobre la marcha.

Muchos lectores comenzaron a entusiasmarse, a seguirnos más de cerca. Se enganchaban, recibían nuestras entradas todos los días, y se entretenían leyendo un rato. En definitiva era eso: darles un rato de lectura, día a día, haciendo lo que nos gustaba hacer.

El horizonte se fue ampliando, fuimos agregando más temática a nuestro blog de viajes, y así llegaron los análisis bancarios (con mucho que ver con los viajeros) y las semanas Mastercard o Visa Contactless (con una temática no tan viajera, pero que podíamos manejar y que a ustedes les gustaba seguir).

Y así encontramos un canal de comunicación con ustedes. No importa si nos siguen 1000, 100 o sólo 1, porque a ese 1 le gusta lo que hacemos.

Y en eso radica lo fundamental de la esencia. En hacer lo que nos gusta y nos sale, que dicho sea de paso, lo hacemos de corazón, sin pedir absolutamente nada a cambio. Los que hacemos Ratamundo nos dedicamos a otra cosa, y el blog lo tenemos como un hobby, lo hacemos en nuestros ratos libres, y dejamos de lado muchas horas de sueño para poder llegar a ustedes con info fresca y útil.

Y así pasó el tiempo, hasta que llegó esta coyuntura actual, en medio de una crisis mundial por el efecto de este virus de porquería, que nos tiene a muchos encerrados, aislados y alterados.

Consecuencia de ello, hemos notado mucha, pero realmente mucha agresión en redes. Precisamente Twitter, que es el ámbito en el que nos movemos nosotros.

No sólo hacia nuestras publicaciones, sino hacia otros blogueros amigos, los comentarios son fuertes.

Realmente no sabemos si lo que dicen lo sienten desde antes, o tal vez esta situación, que es completamente comprensible, hace que ya no tengamos «pelos en la lengua».

Más allá de eso, en el día de ayer recibimos en especial un comentario que no nos gustó nada, no viene al caso cual es. Muchas veces ni siquiera contestamos ese tipo de comentarios  y realmente tuvimos una necesidad interna de hacerlo. La consecuencia de nuestra respuesta: el apoyo de nuestra gente no se hizo esperar.

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Ayer fue un aluvión de comentarios en favor de nuestro trabajo, realmente no esperábamos esa respuesta, y fue reconfortante:

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Realmente no es fácil en esta época poder sacar algo lindo de tanta pálida que vivimos, y realmente siempre queremos compartir lo bueno. Tal como decía uno de los comentarios de arriba, sirve para pasar el rato, organizar vacaciones, o sencillamente soñar con estar en otro lado, cuando muchas veces el horizonte actual, una mísera y fría pared, no está a más de un par de metros de nosotros.

Nada en especial, sólo queríamos contarles como se vive esta época complicada. A quienes tiran esos comentarios en redes estaría bueno que bajen un cambio. Y al resto, muchas gracias por el apoyo. Son realmente «una caricia para el alma» y te cargan las pilas para seguir escribiendo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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