No habría sido mala idea reservar una noche más (¡¡Nos vamos a Salta!!)

Este post tiene que ver con algunas cosas que se me van ocurriendo de grande. A ver, de grande, pero también podría ser útil para el que es más o menos grande. Les cuento lo que ronda mi cabeza.

El próximo fin de semana nos vamos a la bella Salta. Es fin de semana XXL, arranca el sábado 17 y termina el martes 20.

Ya tenemos emitidos los vuelos desde hace un año, yendo de madrugada el primer día, y volviendo a la medianoche del último día. Aprovechamiento, perfecto.

Excursiones, sólo una, el Tren a las Nubes, excursión que nunca hicimos y que reservamos la semana pasada a AR$ 25.000 final (AR$ 21.000 del tren + AR$ 4.000 del bus para llegar al tren). Y no, no lo hicimos con Previaje, en ese momento no pensábamos hacer más nada que pasear y descansar, y ahora pintó excursión. Todo perfecto, no se puede😜😜😜

El tiempo restante, lo usaremos para pasear, subir al mirador, tomar unos mates, descansar (en mi caso, trabajar mucho) y varios días tenemos previsto encontrarnos con nuestro amigo Alejandro, El Viajero Serial, para charlas de amigos y milleros e ir a comer a los mejores lugares de Salta, aconsejados por un local.

Y recorrer alguna que otra bodega, especialidad de nuestro amigo salteño que incluso tiene un programa de radio (Instagram: @topedegamasalta).

Dejamos el alojamiento deliberadamente para el final. Como les contamos oportunamente, buscamos bastante durante el previaje, y como no había nada conveniente (incluso descubrimos varios sobreprecios), terminamos emitiendo directamente por Booking y sin previaje.

Reservamos un hermoso departamento de 74 metros, pleno centro de Salta, con un patio interno con muchas plantas, a un valor muy conveniente. Algo así como 220 dólares por 4 noches, pero se pagan al cambio oficial y por transferencia bancaria al llegar al lugar. Cómo suele ser en varios alojamientos argentinos, y a MENOS de la mitad de precio de lo que ofrecían en Previaje:

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Pero vamos a los días que reservamos. Lo que hacemos siempre: si vamos del 17 al 20 de junio, reservaremos ingresando el 17 de junio y saliendo el 20 de junio. Ni más ni menos.

Y habitualmente enviaremos una solicitud para ingresar antes y para salir después. Incluso muchas veces pueden cobrarnos un extra, cosa que corresponde y está muy bien que así pase. A veces es gentileza del propietario, otras veces hay que pagar un plus.

Pero siempre se presenta el mismo problema, puede que te dejen quedarte el tiempo extra, entrando antes de la hora de check in, o saliendo después de la hora de check out. O puede que no haya posibilidad material de hacerlo.

Efectivamente, la propietaria nos confirmó que no tiene reserva el día previo, por lo que podremos ingresar sin problemas a las 8 am, lo cual es un golazo para no estar dando vueltas hasta horas de la tarde, hora de check in.

Pero para el check out, no queda otra que irnos temprano el último día. Pucha. Resulta que el departamento está alquilado el 20, y sólo falta confirmar el horario de llegada del inquilino para saber si nos deberemos ir a la hora legal del check out, las 10 am, o nos podremos quedar hasta las 12.

La verdad, malísimo. Pero no malísimo por el propietario, quien hace lo que hacen todos los propietarios, que es alquilar todos los días que se pueda y no dejar días libres por si a algún inquilino «raro» se le ocurre venir antes o salir después.

Malísimo, por esa, que fue nuestra forma de pensar, y que no debe volvernos a pasar, y por eso la compartimos con ustedes.

Teniendo en cuenta que este alquiler no ha sido por un valor exorbitante, no habría sido mala idea EN VEZ de reservar del 17 al 20, reservar del 17 al 21. 

Habríamos ingresado igualmente el 17 y salido el 20, pero la salida del 20 habría sido a la noche, unas 2.30 horas antes del vuelo, con lo cual nos podríamos habernos quedado en el depto hasta las 20 hs, con todo lo que ello implica. Un lugar para descansar, comer, bañarse, un baño limpio al que volver cuándo uno quisiera, o sencillamente un centro de operaciones donde tendremos la valija abierta hasta último minuto, esperando las compras que pudiéramos hacer hasta 10 minutos antes de irnos.

Este margen de tiempo que nos da reservar un día más (ya sea el día previo a la llegada, para entrar antes, o el día siguiente a la partida, para salir después) es importante, sobre todo cuándo se trata de viajes cortos en donde debemos aprovechar el máximo posible.

Fijate que si no hubiéramos podido entrar antes, de los 4 días de viaje habríamos perdido medio día a la llegada y casi todo el día a la salida. Esto es algo que en viajes cortos deberíamos evitar.

Y porque no, en viaje largos también nos permitirá entrar a un departamento a las 6 am, o salir a altas horas de la noche el último día. Sin estar yirando por ahí, sin necesidad de dejarle la valija a alguien, con un lindo lugar para estar, quedarse, descansar o lo que sea. Mirá si te agarra un último día de lluvia torrencial.

Claro siempre analizando, los costos, hay veces que no se puede, pero en muchos otros casos, por una diferencia extra podrías acceder a un día completo de alojamiento.

Hacemos la diferencia respecto de los hoteles, que te permiten salir más tarde abonando alguna tarifa muchas veces fija.

¿Y a vos, que te parece esta idea? ¿Ya la aplicaste? Dale, dale, contanos.

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