Todos sabemos que todos tenemos derecho a viajar como se nos de la realísima gana. Cada uno se paga sus vacaciones con su propio dinero, usando su tiempo y su esfuerzo, y se merece disfrutar al máximo lo que se le venga en gana.

Hecha esta aclaración, te contamos que este post tiene que ver con la modalidad de alojamiento que preferís a la hora de viajar, y de paso te contamos que tenemos reservado para nuestro viaje de fin de año alrededor del mundo.

Están quienes eligen una habitación de hotel porque prefieren la limpieza diaria, una recepción que está siempre a las órdenes, un desayuno estupendo para arrancar perfectamente otro día de viaje.

Y por otro lado, están quienes eligen por diversos motivos alojarse en departamentos.

Hacemos claramente la salvedad respecto de destinos inseguros en los que alojarse en departamento conlleva un alto riesgo de que al volver a la noche no encuentres tus pertenencias. Así que al responder a la consigna, si es que deciden aceptarla (al mejor estilo Misión Imposible), no consideraremos el riesgo en la ciudad de destino.

En nuestro caso, y te contamos, nos gusta mucho más el departamento por sobre las habitaciones de hotel.

Los motivos en nuestro caso son:

• mayor superficie de esparcimiento, me gusta ver más allá de los pies de una cama
• varios ambientes. Me gusta quedarme hasta muy tarde o levantarme temprano a escribir y no hacerlo a oscuras ni que nadie me chiste mientras tecleo llamándome a silencio. Me gusta contar con otro ambiente en mi alojamiento, tomar un café, unos mates, sin necesidad de meterle la luz en la cara a mis compañeros de viaje, ni estar buscando tal o cual cosa a oscuras, ya que el tamaño de una habitación implicará tal vez “encajarle” la luz en la cara a tu compañero de viaje.
• Muchas veces y de ser posible, elegimos contar con un segundo dormitorio aún siendo dos (eso siempre que no sea un alojamiento puro dormitorio). Es sumamente cómodo tener un ambiente extra en el cual tener las valijas abiertas sin tenerlas en el paso. Y ni que hablar ir poniendo las compras sobre la cama, a la espera de que llegue el último día y ponernos pacientemente a desarmarlas y acomodarlas en cada valija.
• Estamos mucho tiempo “en casa” durante las vacaciones, y nos gusta estar cómodos. Si es destino de playa, generalmente volvemos al departamento a almorzar algo rico en un balcón grande al fresco de una linda sombra.
• Tener tu propio lavarropas. Un departamento con lavarropas implica seguir viaje con toda la ropa limpia.
• Además, estar alojado en un departamento te permite pasar por el super y comprar cosas «típicas» para comer, como por ejemplo ese salmón con mejillones que hice a la manteca en Santiago de Chile, o esa picadita de fiambre y quesos recién cortados, con sidra ladrón de manzanas. Decime la verdad, no comés la misma variedad ni cantidad cuándo vas a un restó, hay que pelearse por 3 rodajitas de salame, y en casa te lo mandás entero, además del precio.
• Y no soporto «zafar» un almuerzo en tu habitación de hotel, comiendo pizza sentadito en la cama, ya que siempre te ponen UN silloncito o silla, y no suele haber mesita, salvo la larga pegada a la pared, y comés como en penitencia.
• También es cierto que podés hacer una comida en la habitación de hotel, pero la única pileta es la del baño y ya tuve que lavar platos con jabón de tocador. No es lo mejor ni lo más cómodo.
• De ser posible, nos gustan las cadenas de hoteles con departamentos, como el Residence Inn by Marriot en New Jersey, o el Sonesta en Torrance City, Los Ángeles. Fue muy lindo tener tu propio departamento, con desayuno incluido y una hermosa parrilla en un gran jardín en las partes comunes del hotel.
• Si el destino es inseguro, generalmente conviene más un hotel con seguridad y recepción, antes que un departamento, eso sí.

Del dicho al hecho

En nuestro próximo viaje largo, te contamos que tenemos reservado:

• Madrid, pasando fin de año. Un lindo departamento contratado por Airbnb, en la zona del Museo del Prado, que junta tranquilidad y al mismo tiempo proximidad a la Gran Vía y al mundanal ruido.

• Tokio, un departamento chico, pero un chiche, contratado por Booking:
  • ¡¡Ahorrá a lo loco en alojamiento!! ES POSIBLE obtener TODOS los beneficios de Booking: precio para celulares, cancelable, pagar ahora y fijar valor del dólar ¡¡Y LLEVATE MILLAS DE REGALO!!

• En Kyoto, una hermosa suite de 76 metros. Acá hicimos la excepción y el alojamiento no tiene cocina PERO sí tiene dormitorio y un living hermoso. Tampoco era tan necesaria la cocina, ya que la reserva viene con desayuno y cena incluidos. Y como si fuera poco, ES EN UN TELO:
  • El día que reservamos un telo en Kyoto ¡¡Y lluvia de tips, claro que sí!!

• Luego de Japón, pasaremos solo dos noches en Manila, Filipinas. Una a la llegada y la otra a la salida. Acá es solo pasar la noche para embarcar en otro vuelo al día siguiente, así que seguramente será hotel y cerca del aeropuerto.

• Boracay. En este destino pasó una cosa medio extraña. Para arrancar, te contamos que la mejor playa, que es White Beach, se divide en 3 estaciones. La estación 2 es la más ruidosa y fiestera, la 3 es la más turística, y la 1 es la más finoli, y de hecho también la más tranquila.

De casualidad estábamos un día mirando, y apareció un tremendo hotel en la estación 1. Estando en la estación 1 podés unirte a la fiesta de la 2 rápidamente. Es caminar un poco. Volviendo al hotel, 4 estrellas con playa privada y desayuno, el Fairways and Bluewater Boracay, a 900 dólares las 8 noches

Un día lo vi a 900 dólares. Al día siguiente, estaba buscando en el celu departamento solo o departamento en hotel, y se me vuelve a cruzar el Fairways, a nada más que 370 dólares más impuestos por reserva anticipada. con los impuestos eran como 470 dólares.

Pero por esas cuestiones de la vida y no estando 1000% seguros de concretar el viaje (999% sí), reservé cancelable por unos 80 dólares más. Prácticamente mitad de precio de lo que estaba el día anterior.

8 noches en esta linda habitación de hotel, que tiene un ambiente separado. Con desayuno, veremos lo que nos trae el resto del día, dejando una puerta abierta a las emociones:

Sí, de las habitaciones lindas, pero que les falta un ambiente a nuestro gusto. Así que para complementar acabo de consultar cuánto sale agregar la cena, y una noche la cena, pero en la playa:

• Último destino, Honolulu, y ya cerrando la vuelta al mundo

Encontramos un hermoso hotel 4 estrellas, de la cadena Aston, con departamentos, en la zona de Waikiki. Un precio caro, pero barato para el destino. Unos 200 dólares diarios. Este es el departamento:

Y este el hotel:

Conclusión

Como se puede apreciar, uno puede tener una inclinación a la hora de reservar departamento o habitación de hotel, pero a veces la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

Hechas estas aclaraciones, dale, contanos ¿Vos que elegís en tus vacaciones, habitación de hotel o departamento?